by Diego Pando | 28 abril, 2015 12:08 am
Gustavo Garay, acusado de atacar ferozmente a Cinzia Pellegrini ya había amenazado a otras maestras de San Fernando y Tigre. El hombre se presentó en la fiscalía pero se negó a declarar. Por qué denuncian que la Justicia no previno el último episodio.
El atacante de la maestra de San Fernando que en marzo pasó seis días en terapia intensiva por los golpes recibidos, sumó una nueva denuncia en su contra. Fue por un hecho previo, pero que en su momento no había sido denunciado. Tres docentes de la Escuela 503, la misma donde Cinzia Pellegrini es vice directora y donde fue ferozmente agredida por Gustavo Garay, se presentaron el 30 de marzo en la fiscalía local para denunciar las amenazas de muerte que sufrieron de parte de ese hombre en octubre del año pasado.
Según indicaron las docentes, que prefirieron mantenerse en el anonimato, Garay irrumpió en aquella oportunidad en la escuela amenazando al gabinete técnico, diciendo que “podía conseguir un arma 9 milímetros en la villa por equis cantidad de dinero”. Con los dedos pulgar y anular en forma de revólver, las apuntó y advirtió que las mataría, mientras emitía onomatopeyas de disparos. Las profesionales agredidas se presentaron entonces en la fiscalía de San Fernando, pero les dijeron que debían dejar registrada su dirección y se asustaron, por lo que la denuncia no quedó radicada. Si bien ya pasaron varios meses, el hecho no prescribió y finalmente pudo quedar asentado.
“No hay antecedentes penales de Garay, pero sí circunstancias previas a tener en cuenta Es decir, situaciones que tenían cariz delictivo pero que nunca habían llegado a tener intervención de la autoridad y nunca se formalizó investigación penal sobre esos hechos”, explicó el abogado de la docente agredida, Diego Onorati. Además de las amenazas recientemente denunciadas por tres maestras, hubo un episodio anterior en la Escuela 504, en Tigre, según está consignado en el legajo escolar de su hija, que iba a esa escuela. Fue en mayo del año pasado, cuando un día en el horario de ingreso de los alumnos, Garay se presentó con una llave inglesa y una herramienta cortante, acusando a una docente de haber maltratado a su niña y amenazando con matarla. A partir de esa situación, la nena fue cambiada al colegio 503. Esa agresión tampoco fue denunciada penalmente.
“A este sujeto lo conocían de antes, en otras escuelas también. Hay una negligencia de parte del Estado de la Provincia. Si lo hubieran frenado cuando las escuelas registraron las agresiones, esto no me pasaba”, planteó Pellegrini, todavía bajo los efectos de la golpiza de la que fue víctima. “Tengo ataques de pánico y angustia. La lesión en el cerebro me provoca desequilibrio y no puedo estar parada. Y ahora, por un dolor en el brazo que tengo desde el ataque, encontraron que se cortó un tendón del manguito rotador del brazo izquierdo. Es un desastre y nadie se hace cargo. El tratamiento se está haciendo largo, estoy todos los días con un médico distinto y la Justicia no resuelve”, contó angustiada a este diario. La causa fue caratulada como “tentativa de homicidio calificado por el femicidio” y la investigación está a cargo de la fiscal Bibiana Santella.
En tanto, después de permanecer inhallable varias semanas, Garay se presentó el jueves en la fiscalía de San Fernando con un abogado particular (en lugar del oficial que lo acompañaba hasta ahora). Fue notificado de la citación a indagatoria y se negó a declarar. Luego, se fue a su casa. Se presentó sabiendo que no podría ser detenido, ya que rige una eximición de prisión presentada por su defensora. La Sala II de la Cámara Penal de San Isidro resolvió la semana pasada no hacer lugar al planteo de la defensa y confirmó la resolución de primera instancia, que había solicitado la orden de detención. Sin embargo, dos días antes de la sorpresiva aparición de Garay, su representante legal formalizó la reserva de presentarse ante Casación, a partir de lo cual tiene 20 días para recurrir ante esa instancia. Si esto sucede, el proceso podría extenderse por meses y el acusado seguiría en libertad.
Fuente: Luciana Rosende para El Argentino Zona Norte
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