Barrio privado en el Paraná de las Palmas: ¿Reserva?… ¿De qué?

Por Boletín Isleño*

Un nuevo barrio privado lanzó su carrera en la Reserva de Biósfera de San Fernando. Su nombre se confunde con el éxito musical infantil de “Palmito y los delirio” titulado “Paraná de las Pal-mas (clap clap)”. Si, el nombre del flamante emprendimiento urbanístico es “Palmas del Paraná” y lleva un atractivo slogan publicitario: “Lugar de ser feliz”.

Según informaron de la empresa desarrolladora, y como hemos también afirmado desde este medio reiteradas veces, “que esté en la Reserva de Biósfera no representa ningún inconveniente, dado que la construcción y desarrollo del proyecto Eco Turístico Palmas del Paraná, se encuentra contemplada en el anexo 1 del decreto N° 1303-00. (Normas sobre el uso del suelo y actividades en el Delta de San Fernando, Art. 30) donde explica los usos permitidos en esta zona de la isla”.

Ya hemos enumerado también en otra oportunidad que el tristemente célebre Colony Park, mega urbanización que se ubicaba sobre el canal Vinculación y Anguilas, fue clausurado por la Justicia luego de una muy tardía Audiencia Pública (realizada tres años después de iniciados los trabajos), debido al desastre ambiental que significaron los dragados, rellenos, canalizaciones y desmontes que esta empresa realizó en el Delta.

Sin embargo, las mismas obras que fueron motivo para que la Justicia ordenara la detención del Colony, están permitidas en la Reserva de Biósfera de San Fernando.

El decreto 1303/00 que regula lo que allí está permitido dice respecto de las urbanizaciones en las islas: “Cota y Nivel: La totalidad de la superficie destinada al emprendimiento y sus vías de acceso deberá ser elevada mediante ejecución de recintos y refulados a una cota no inferior a la establecida en el artículo 15”. Cuando se lee el artículo 15, surge la gran sorpresa: “Se considerará el terreno apto para el parcelamiento cuando cumpla con las siguientes condiciones: macizos rodeados de calles: el terreno deberá tener una cota mínima que sobrepase las alturas de las mareas extraordinarias de frecuencia anual en por lo menos dos veces y media y disponer pendientes de desagües superficiales”. La cota mínima sugerida por este artículo es de 3.75 mts.

El artículo 20 expresa: “cuando se proyecten calles, caminos, senderos públicos o vías navegables artificiales (canales) deberán determinarse las superficies que estos ocupan (…) las calles tendrán un ancho mínimo de 15 metros…”

Luego el artículo 30 acepta que se permitirán la “urbanización náutica, recreación, turismo ecológico”, y remite a los ítems anteriores para reglamentar su concreción.

También cabe destacar que el tan polémico Plan de Manejo lanzado por Tigre en 2013, en su Normativa de Ordenamiento Territorial, expresa claramente en su artículo 7.4: “Quedan prohibidos en todas las zonas definidas en el Capítulo 8 la realización de urbanizaciones como barrios cerrados, barrios náuticos, clubes de campo, countries y similares.”

Nada de esto ocurre en las islas de la Segunda y Tercera Sección, declaradas Reserva de Biósfera en el año 2000 para, supuestamente, ser “protegidas”.

Allí se encuentra también el barrio “El Durazno”, sobre el arroyo homónimo. Según nos informaron off de record desde la empresa EIDICO: “Es un barrio terminado, nunca existió una clausura, pero no fue algo exitoso, de hecho fue bastante clavo durante mucho tiempo ya que sólo se consiguió que llegue la electricidad nada más”.

Otro “intento” de proyecto ubicado en el arroyo Sandor Mikler, ex Las Viudas, fue el abortado “Palmares del Delta”, emprendimiento que fracasó estrepitosamente, aunque logró grandes avances en las canalizaciones y rellenos, que no tienen vuelta atrás.

“Palmas del Paraná” está ubicado en el Paraná y arroyo Yacaré, muy cerca del canal El Sueco, ya sobre el Río de la Plata. En enero se lanzó oficialmente la comercialización de la primera etapa del proyecto. Son cincuenta y cuatro lotes cuyos valores van desde los $42.500 dólares, todos con salida a canales artificiales. La página donde se promociona el emprendimiento dice: “54 lotes en altura al agua, club house, juegos de niños, sector deportes (cancha de fútbol, canal de acceso (entrada y salida), muelle de pesca, playa al Río Paraná de las Palmas con sectores para tomar sol, playa moto acuática, batería de baños y vestuarios y acceso irrestricto al Centro Turístico Palmas del Paraná.”

Según los desarrolladores, su “visión” es “mejorar y desurbanizar su vida para conectarse con la naturaleza, descansar de la ciudad, transportarse a un ambiente seguro y tranquilo en tan solo minutos; disfrutar deportes náuticos y recreativos; así como increíbles espejos de agua frente a su casa que, combinado con la flora autóctona aseguran un marco natural imponente. En Palmas del Paraná usted podrá disfrutar de una impresionante playa privada, club house, zona de deportes, áreas de juego, descanso y Reserva Ecológica.”

Sus promotores continúan diciendo: “Palmas del Paraná es el área ideal para sociabilizar con sus vecinos náuticos o para desconectarse mientras se observa el maravilloso paisaje del Delta. Contará con excelentes alternativas para el deporte y la recreación, tendremos canchas de tenis, de futbol, de básquet, bici senda, senderos peatonales, sector de pesca. Para todos los vecinos y visitantes dispondremos de muelle para lanchas colectivas, playa de uso común para turistas y acogedoras cabañas de fin de semana. Además, para los propietarios, playa privada y un área cubierta que incluye beach bar, restaurant de excelencia, batería de baños y vestuarios, despensa”.

Como fecha de entrega de los lotes a sus compradores, se habla de diciembre de 2016.

* Boletín Isleño, periódico del Delta de Buenos Aires