El Matador tocó el cielo con las manos

Por Sabrina García

Sin lugar a dudas el 2019 se marcará a fuego en la historia del Club del Victoria, año cargado de sentimientos y emociones encontradas: por un lado, el Matador perdió la categoría y casi dos meses más tarde se convirtió en el campeón de la Copa Superliga, sumó su primera estrella y se ganó el pase a la Libertadores de 2020.

En la ciudad de Córdoba, el Estadio Kempes fue el escenario para que Tigre se convierta en campeón y sume su primera estrella en un club que lleva 116 años de historia. Familias enteras ocuparon las localidades de la tribuna Ardiles y Willinton. Llantos, emoción, abrazo, historias de barrio, de amor por los colores, de un abuelo que llegó a Victoria y que dio inicio a una tradición familiar. Las historias se contaron y se vivieron una vez más mientras se aguardaba la llegada de los jugadores.

Faltaban dos horas para comenzar el partido y la lista interminable de hinchas abrazaba al estadio, los autos se ubicaban en donde se podía con tal de llegar y las canciones daban el empujón para entrar. A donde se mirara se vivía una verdadera fiesta.

Después llegó lo mejor, con goles de Federico González y Lucas Janson, de penal, Tigre se convirtió campeón de la Copa de la Superliga y ya nadie pudo contener la emoción. Y, a pesar de las idas y vueltas sobre sí correspondía o no que el Matador disputara la Copa Libertadores, el equipo de Pipo Gorosito se ganó ese pase para disputar la del 2020.

Los resultados de Tigre pusieron al descubierto las fallas organizativas que presentan las organizaciones de fútbol como lo son la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Superliga Argentina de Fútbol (SAF) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), promedios, Copa Libertadores o Sudamericana. Todo fue materia de conflicto, de debate y de inconsistencias. Tanto es así que por estas horas se hace referencia a un artículo que pondría en duda de que el Matador haya perdido la categoría. A ello se refirió en conferencia de prensa Pipo Gorosito.

Por el momento todo es incierto. Lo más importante es que Tigre levantó la copa, sumó su estrella y se prepara para disputar la Libertadores 2020. La fiesta se vivió en Córdoba y en Victoria.