OPINIÓN

Injustamente ajustado a la justicia

Carmen Espadas

Por Carmen Espadas*

La justicia llora, … como el llanto después de 10 pases de merca, falopa, nieve, coca… cuantos sinónimos, qué fácil rima la cocaína… así llora esa justicia de yeso y cartón….

Madre, 8 hijos.

Normalizar la violencia; fue golpeada y golpeadora, violentada y violenta… pero hizo algo más: rompió el círculo.

Pidió ayuda, con la voz queda e insistente del que está aprendiendo a mover las manos, a caminar, a reconstruir un ser humano, con un objetivo: recuperar a sus hijos, desde su nuevo concepto de amor.

Componer lo nunca compuesto desde la marginalidad tiene un valor añadido, sin duda… qué fácil gritar cuando se sabe pronunciar las palabras… lo difícil es aprender a leer… aprender a hablar… aprender a desaprender… y eso… todo… allá… a lo lejos, en el fondo; “lavando los trapos en casa”.

Podríamos hablar de culpa, pero prefiero la responsabilidad, aunque sea menos cómoda por más extensa. Me pregunto, esta madre, ¿no tenía vecinos?, ¿los vecinos, como colectivo barrial, no tienen responsabilidad?, la ¿”justicia”? ¿no tiene una responsabilidad retroactiva?, todos aquellos conocedores de situaciones similares, ¿no tienen responsabilidad y son impunes a la omisión?, ¿no existe la omisión de auxilio aún cuando el daño directo no lo cause uno mismo?…

Sé de la importancia del derecho romano, que permitió estandarizar la normativa y, por supuesto, sé de la importancia de la protección al menor… pero digo, una vez más la burocracia y la desidia de los estamentos pertinentes (falta de recursos humanos y económicos, con todas las consecuencias que ello conlleva) pisarán el milagro del ser humano reconstruido, con sus derechos… tal vez algo torcidos, pero al menos, ahora conocidos… Con ganas de aprender, ¿nadie para enseñar????….

Si leíste el titular de casualidad, y en tu cabeza sonó “negra de mierda, que no los hubiese maltratado, que los hubiese sabido cuidar…. y encima, cobrará la asignación universal…. así vamos, país de negros vagonetas….” si sonó, revisa la historia, revísala, y asume que en esto, tú también participas aunque no sea tu hijo, ni tu familiar….

¿Es que no nos damos cuenta de la importancia de este tema?, alguien, de los del fondo de los otros, avanzó, avanzó como ser humano y como partícipe de una sociedad más sana… y cortamos las cabezas mientras lo filmamos…

* Carmen Espadas. Abogada. Contadora. Docente del FinEs. Escritora. Catalana de nacimiento y sanfernandina por elección.

Columna de opinión vinculada a la entrevista “No quiero perder a mis hijos”


  1. Betino
    Betino 26 enero, 2015, 20:05

    ” aprender a desaprender” ahi se encierra la clave de esta historia, ciiento de años de aprendizaje de como descargar las frustraciones, con quienes mas tenemos que cuidar, no es poca cosa decidir cambiar su propia historia, pero cuantos realmente estamos capacitados para “enseñar a desaprender”?????
    gracias por esta dura y hermosa historia…

    Reply this comment
  2. Carlos
    Carlos 26 enero, 2015, 23:54

    Que duro,y que dificil eso de romper el circulo.Lo he visto.Y cierto que nadie enseña,no en estos casos.Esa vida es,y no exagero,un infierno.Para la madre y para los hijos.Pero en lo que quiero subrayar,es en aquellos con ese pensamiento hipocrita,prejuicioso,odioso(sic),nefasto.Los mismos que se emocionan con la foto de un gatito abandonado, en facebook,los mismos que prenden velas a los santos…pero..¿.como se les ocurre mantener “vagos” ah no!.Y no ,no es,otro tema.O miran para otro lado,o descalifican.ODIAN.Comparto ,una sociedad mas sana debe ir para el otro lado…

    Reply this comment

Escribí un comentario

Tu e-mail no será publicado.
Los campos obligatorios están marcados con*


+ 9 = 11