ENTREVISTAS

La Ferni se presenta en La Cuadra: “Cada escenario que piso es una conquista”

La Ferni se presenta en La Cuadra: “Cada escenario que piso es una conquista”

Por Sabrina García

La Ferni es una voz fundamental en el folclore actual. Cantante, docente, persona trans no binaria y militante de derechos humanos, ha labrado un camino pionero en la música popular argentina, integrando su identidad y activismo a un género tradicionalmente conservador. Con su “mirada transfeminista, amorosa, vamos a decir, disidente”, no solo interpreta el cancionero popular, sino que lo resignifica y amplía.

Este sábado 18 de octubre a las 21h, se presenta en el Centro Cultural La Cuadra (Brandsen 2839, Victoria, San Fernando). Será una oportunidad para escuchar temas del álbum que saldrá a la luz en diciembre, junto a algunos de sus clásicos.

Las entradas están a la venta en el siguiente link: https://www.passline.com/eventos/la-ferni-llega-al-centro-cultural-la-cuadra

— ¿Qué te llevó a vincularte con el mundo del folclore, dejando de lado tu formación en canto lírico?

— Viajar. Fui profesora en el Liceo 9, que tenía un proyecto de intercambio social. Como estudiante, hice varios viajes a la provincia de Jujuy. Ahí me enamoré del paisaje, de la gente. Encontré un repertorio de nuestra música que acompañaba ese viaje. Tenía 14, 15 años. Así me enamoré. Obviamente, de Atahualpa Yupanqui, del Dúo Salteño, y luego con la voz de Mercedes Sosa, de todo un cancionero que yo veía fuerte y potente, no solamente por lo paisajístico, sino por lo que representaba a nivel de diversidad cultural, que es lo que sí me llamó la atención.

Ferni Fondo Claro-04Una música que resonaba en la raíz. Vengo de una abuela sanjuanina, cuyana, una familia de esa región. Por parte materna, mis abuelos eran italianos. Por parte paterna, el apellido de mi padre es Gyldenfeldt, una corriente más danesa. Pero había cierta historia de la música criolla en casa, y se escuchaba de todo tipo de música. Sin embargo, fue viajando que me encontré en la voz de Mercedes y dije: ‘Ah, esta música es como mi música’.

Paralelamente, mientras me enamoro del folclore, realicé 15 años de estudio de técnica lírica, una licenciatura en la Universidad de las Artes en técnica de canto italiano, canto lírico. También estudié la tecnicatura en guitarra clásica, el profesorado. Pero, sin embargo, ese repertorio que cantaba La Negra y el repertorio que contemplaba las luchas sociales y que le hablaba al pueblo, lo que sufría, lo que disfrutaba, es decir, lo que se llamó luego el Manifiesto del Nuevo Cancionero, todas las canciones que no solamente eran paisajísticas, sino que buscaban decodificar lo que la sociedad vivía, sufría, disfrutaba, fue finalmente lo que me termina enamorando.

Pude entender esa conjunción entre la música, el hacer música y el también aportar a un cambio en la sociedad o aportar una visión, una mirada, una crítica, una opinión. Ese cancionero, eso que traducía la voz de La Negra en esos primeros discos de ella, fue lo que me enamoró. Como una persona comprometida con las luchas sociales, con ese momento, con los pueblos originarios. Escuchar y cantar una música que yo estaba necesitando, una música de las luchas sociales.

Conquistar el folclore sin perder identidad

— Hablás de lo que estabas necesitando, de luchas sociales. El folclore es un género musical con una fuerte tradición, y quizás lo disruptivo no pasa justamente ahí. Se te han presentado obstáculos, como para subirte al escenario de Cosquín. ¿Cómo viviste ese proceso y cómo fuiste abriendo camino?

— Sí, es un camino que primero una no abrió sola ni dio sola. Estos últimos días estuve en Cerro Colorado con mi amiga Fabiana, que es una de las primeras travestis de la región. Una travesti de casi 60 años, bailarina de folclore que luchó toda su vida, discriminada en los cuerpos de ballet por ser gay en su momento y luego por ser trans. Tuvo que ir a la ciudad de Córdoba. Yo no estoy dando una lucha yo sola. Esta es una lucha que yo estoy dando gracias a que tantísimas otras personas estuvieron antes que yo y dieron su vida para que hoy en día podamos vivir en una Argentina con más derechos humanos. Por más que ahora nos gobierna la gente que nos gobierna, no pueden ir atrás y no van a poder ir atrás en materia de lo que hemos conquistado.

Este año, casi a propósito en este gobierno que estamos viviendo, decidí cambiarme el nombre y el género, que lo venía sintiendo hace un montón. Fue muy zarpado, muy potente para mí, algo que venía como adeudándome a mí misma y a la vez hacerlo en este contexto, donde hay tanta violencia. Eso fue muy importante en lo político.

Cosquín obviamente fue un escenario difícil, fue un escenario que hubo que plantarse y pararse y hacerse lugar. Hubo que conquistar el espacio a esa heterosexualidad que se planta siempre y que de repente también no admite algo que sea distinto, que se corra de eso del privilegio que goza la norma. Y a los que también nos tienen sometidos, sometidas, sometides a muchos de nosotros, la complicidad del silencio. A veces como lo minimizo pero estoy segura que significó de mucho coraje. Y luego, Yamila Cafrune, quien en este enero tuvo también la valentía y coraje para invitarme a cantar. Ella sabía perfectamente lo que yo iba a hacer y decidió subirme al escenario.

La ‘Nostredad

— Mencionaste tu cambio de DNI como un “rebelarse” ante el odio. Hay una anécdota maravillosa que contás de cuando llegás vestida con pollera y las uñas pintadas al aula, y uno de tus estudiantes levantó la mano pensando que te iba a decir algo y era para ver si seguían con la clase. ¿Cómo ves el futuro con este momento tan radical, con niños y jóvenes con una mirada descontracturada e inclusiva, y por otro lado, adultos que se resisten a ese cambio?

Captura de pantalla 2025-10-13 151924— Esa anécdota es del 2018. Fue muy emocionante. Me parece a mí que, en un punto, se sigue haciendo. Vengo de Cerro Colorado, ayer pasé por Cosquín, estuve la semana pasada en Morteros, un pueblo de 1.400 habitantes, en Junín, en Pergamino. La semana que viene voy a estar en la Peña de Arcoíris en Capital Federal y el sábado presentándome por primera vez sola en San Fernando. Después viajo a Bahía Blanca, a San Pedro. En diciembre presento mi disco. Estoy participando todos los lunes de la obra llamada “Las aventuras de la China Iron”. ¿A qué me refiero con esto? No solamente tiene que ver con el trabajo, también tiene que ver con mi militancia. Yo soy activista. Las propuestas en las que estoy intento transmitir un mensaje, un espacio donde comunicar, donde trabajar siempre el registro de la empatía, de la reciprocidad con la otredad.

Marlene Wayar, filósofa travestista, diría: ‘La nostredad’, ubicándonos en este conjunto que todos, todas y todes formamos parte, que es la sociedad. Entonces, la receta en este momento es hacer, no rendirse. Frente a la reproducción del odio, la sistematización de la violencia, el agravio, el insulto, hay reflexión, abrazo, amor, el registro a la otra persona, la diversidad. La contemplación del arte como herramienta para intentar modificar lo que nos duele, para decodificar lo que vive la sociedad.

Yo no me oculto cuando canto, al contrario, soy La Ferni y por eso siento que cada escenario que piso es una conquista, es una batalla cultural que estoy dando. Hay un camino posible para transitar, que no nos han derrotado, que el pueblo finalmente siempre se salva a sí mismo, nosotros, nosotras, nosotres, nos vamos tirando las sogas para salir de las distintas distintas, vamos a decir, cárceles en las que estamos. Y me parece que el arte siempre es un traductor hermoso, un espejo hermoso como dice el tango, espacio para mirarse.

Adelanto exclusivo en San Fernando

— ¿Cuál es el espectáculo en el que estuviste trabajando para traer a San Fernando el próximo sábado 18?

— Estoy muy contenta de ir a San Fernando. Fui hace unos años con banda y con bailarinas y la verdad que estoy muy contenta de volver y presentarme sola con mi guitarra. Mostrar el material que sale en mi primer disco de estudio en diciembre. Es un adelanto exclusivo para San Fernando del primer disco de estudio de La Ferni. Son algunas canciones propias y luego canciones del colectivo Travesti Trans y obviamente algunos clásicos que no pueden faltar, que estuve cantando también ahora cuando estuve en Europa dos meses. Cantar a Atahualpa Yupanqui, Teresa Parodi, cantar a varones, mujeres, de otras épocas, que han compuesto de lo más hermoso que tenemos y también releer esas obras, dialogar con ellas. Con esto, mi propuesta siempre está atravesada por esta lectura, por esta mirada transfeminista, amorosa, vamos a decir, disidente. Es en este lugar donde compongo y donde me conmueve las obras de mis hermanos y hermanas del colectivo y disidente.


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