ENTREVISTAS
“Queremos un techo para nuestros hijos”

Por Sabrina García
Me contactaron para contarme que usurparon unos terrenos y que les había llegado el rumor de que las querían sacar. Esperaba en medio de la ruta 202 cuando aparecieron tres mujeres. Nos hicimos un gesto, nos presentamos y caminamos algunas cuadras hacia adentro del barrio hasta llegar a un paredón. Allí parecía terminar todo.
Improvisaron una mesa con un carretel de cable y nos dispusimos a tomar mate. Esta es la historia de cinco familias del barrio San Jorge: Elsa (ocho hijos), Daiana (tres hijos), María (seis hijos), Mauro (dos hijos) y Mabel (seis hijos). En todos los casos los chicos son menores.
¿Elsa desde hace cuánto qué estás en el barrio?
Tengo 42 años y desde los 8 años que vivo acá. Cuando tuve mi segundo hijo, hace diecinueve años, me anoté en el Plan de Viviendas. Al no tener todos los hijos con el mismo marido no me aceptaron como familia para las viviendas. Esperé hasta que me cansé y usurpé las casitas (se refiere al plan de viviendas que está en construcción al margen de la Ruta 202, en la salida del barrio San Jorge).
¿En qué momento tomaron la decisión de usurpar las casitas?
Veníamos charlando con algunos que no tenían donde vivir. Uno cortó el alambrado y nos metimos.
¿Las casitas estaban en construcción?
Si, pero podíamos tener un techo donde estar.
¿Quién los sacó de ese lugar?
Vinieron de la municipalidad, nos amenazaron. Nos trataron como mafiosos: “te vamos a cagar a palos”, “te vamos a romper los huesos”, “te vamos a largar los caballos” y al otro día vinieron con perros y caballos a sacarnos.
Javier pasa por acá y se ríe. Parece que disfrutara de la situación en la que estamos.
¿Quién es Javier?
Javier es de Reordenamiento Urbano, de la municipalidad. No recuerdo el apellido.
Los sacaron de las casitas ¿a dónde se fueron?
Nos quedamos ahí, dormimos en la puerta del colegio con los chicos.
Estaban durmiendo al costado de la ruta con los chicos. ¿Desde la municipalidad le ofrecieron un lugar transitorio dónde dormir?.
No, nos dijeron que teníamos que alquilar algo.
A mí me amenazaron con sacarme los chicos (dice Daiana) porque estaba en la calle con ellos. No tenía dónde ir. Cuando nos dijeron eso levantamos las carpas y nos fuimos a dónde pudimos. Obvio que a ninguna madre le va a gustar que les saquen sus chicos.
Ahora están acá. ¿Este predio de quién es?
Esto era el desarmadero. Cuando nosotras lo vinimos a limpiar y fuimos tirando todos los autos a un rincón. Vino la policía a sacarnos. Por eso decimos que la municipalidad prefiere que los pibes tengan el desarmadero de autos.
Después vino el de Cocarsa (frigorífico que se encuentra al lado del barrio) y nos dijo que él nos daba las tierras, que eran suyas. Nos dijo que tomemos un espacio, que dejemos un fondo y ellos a partir de ahí levantaron esa pared.
(La pared a la que se refieren es una que separa el frigorífico con el barrio. Dicho muro tiene señales de haber sido construido hace poco).
¿Por qué la municipalidad los quiere sacar si el dueño de Cocarsa dice que ese terreno le pertenece y se los cede?
Porque la municipalidad dice que es de ellos.
Un día volvía con el nene del hospital porque tenía broncoespasmo y me dicen “andá a tu casa que te están por tirar el rancho”. Justo estaba el de Cocarsa que les mostró unos papeles. A partir de ese momento la policía pasa y mira.
¿Cuántas familias son las que ocupan el predio donado por Cocarsa?
Cinco familias
(Las casas son de madera, en el caso de Elsa tiene sólo una pared. Los pisos fueron hechos con hormigón, material que les donó la empresa Fenoblock. La empresa que se dedica a hacer bloque de hormigón se ubica en el otro extremo del barrio).
Elsa, tu casa es la única que tiene sólo una pared…
Si, yo fui la primera en hacer mi casita. Un día vinieron con una camioneta robada y me la tiraron abajo. Los pibes del barrio (que eran los que desarmaban los autos) me amenazaron que si levantaba de nuevo me la iban a quemar.
Estando acá, ¿se acercó alguien del municipio a censarlas, a verificar en qué situación vivían?
No, dicen que no pueden venir porque estamos usurpando.
Esto es un derecho para los chicos, no para nosotros. Yo el día de mañana, cuando me muera, les quiero dejar algo a mis hijos.
¿Todas están anotadas en el Plan de Viviendas?
Hace veinte años (Elsa), yo desde el 2009 (dice Daiana).
Eso que yo trabajé en la municipalidad desde 1995 hasta 1999, con el Plan Trabajar. Trabajaba con Ana Hardoy en la construcción del barrio Hardoy. Hasta que en un momento se mandaron una grande y los del barrio las querían “fajar”.
En ese momento me prometieron que ya estaba por salir mi casa y nunca salió. Yo tengo un nene que tiene problemas bronquiales, necesita tener una casa sin humedad.
¿Desde la política recibieron ayuda?
Al principio nos ayudó Silvia Aquino, la Directora de la Escuela 28. Después nos pedía que vayamos a las marchas pero nos moríamos de hambre y frío.
¿Qué marchas?
A las que participaba el Movimiento Evita. Nos llevaban a Plaza de Mayo a los actos, cuando hablaba Cristina. Todo eso lo hacíamos porque supuestamente nos iban a ayudar con nuestra casa, ayuda que nunca llegó.
¿De qué viven?
Yo con la pensión de madre de siete chicos. Son $ 3331 por mes y se me complica cuando tengo que comprar los útiles. Se me hace imposible.
¿Qué es lo que esperan?
Que no nos saquen y que nos dejen terminar nuestras casas.
Que triste que prefieran un desarmador y la mafia que ayudar a estas familias que realmente tienen necesidad, donde está el amor y la misericordia hacia el pobre y necesitado?