ENTREVISTAS
Victoria Ferrari, cineasta de nuestra ciudad: “Lo regional es clave porque filmamos lo que tenemos cerca”

Por Manuela Herrera
Este próximo jueves se estrenará en el Cine Gaumont la película documental El pueblo de Dios, dirigida por la sanfernandina María Victoria Ferrari. Desde San Fernando Nuestro charlamos con ella para conocer mejor de qué se trata esta puerta de entrada audiovisual a tres universos religiosos -y sus múltiples vinculaciones- de Villa Rosa, Pilar.
Victoria Ferrari se hace preguntas. A tan solo un par de días del estreno de El pueblo de Dios -la película documental que realizó junto al también sanfernandino Sebastián Rodriguez Franco- enumera dos de ellas que sirvieron de punto de partida para su realización: ¿Por qué existe un prejuicio con respecto a la religión? y ¿por qué como sociedad necesitamos de esos espacios religiosos? Victoria Ferrari sabe bien que su forma de responder a esas preguntas es nada más ni nada menos que haciendo cine.
Declarada de interés cultural por el Concejo Deliberante de San Fernando, El pueblo de Dios estará disponible entre el 27 de octubre y el 2 de noviembre a las 18:45hs en la Sala 2 del Cine Gaumont -ubicado en Rivadavia 1635, CABA-. La entrada tiene un valor de $90 y $45 para estudiantes. Este jueves 27, día de su estreno, habrá una charla previa -a las 18:30 hs- con Marcos Carbonelli, doctor en Ciencias Sociales que ha investigado ampliamente acerca de la relación entre sociedad y religión.
De acuerdo con su sinopsis, El pueblo de Dios “busca contar cómo son las relaciones que se dan entre la parroquia de la Iglesia Católica, una iglesia evangélica y el santuario del ‘Gauchito’ Antonio Gil emplazadas en un barrio del conurbano bonaerense llamado Villa Rosa”. Desde esos tres espacios religiosos diferentes y con un representante para cada uno de ellos se va construyendo el relato. “A través de un recorrido por las ceremonias de cada espacio religioso y de las voces de quienes dirigen estos espacios, se busca contar cómo se vive la fe en un barrio popular”, se explica.
María Victoria Ferrari no solo estuvo a cargo de la idea y realización -junto con Sebastián Rodriguez Franco-, sino también de la producción y fotografía. El pueblo de Dios, además, es su tesis de posgrado de la maestría en Periodismo Documental de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).
Sobre el documental y su proceso
- ¿De dónde surge la idea del documental?
La idea disparadora parte del Gauchito Gil; en principio iba a ser una película sobre él. Seba, mi compañero, tuvo un problema de salud del padre y empezó a ir a pedirle al Gauchito, yo lo acompañaba, al principio iba solo, después empezó a ir con la cámara y entonces empezó la exploración visual, un poco como jugando a ver qué pasaba con la imagen y el Gauchito Gil. Sacamos un subsidio del Fondo Nacional de las Artes, hicimos un corto sobre el Gauchito pensando en hacer después una película, nos fuimos a Corrientes, recorrimos varios santuarios del país, pero nos dimos cuenta de que todo lo que queríamos hacer ya estaba contado. No encontrábamos un punto de vista original. Yo en ese momento estaba haciendo una maestría en Periodismo en la UNTREF y a partir de buscar noticias periodísticas nos llega una noticia de una chica trans que se había ahorcado en los caños que sostenían al Gauchito Gil en Villa Rosa. Fuimos y ahí encontramos a Marcos -uno de los protagonistas de la peli- que era el cuidador del santuario y que también tiene poderes, es un curandero de ahí del barrio, muy convocante, muy popular. Ahí también descubrimos que la religión estructuraba el barrio. Nos dimos cuenta que había muchas iglesias evangélicas, una iglesia católica y que había muchas relaciones internas. En una misma familia algunos iban al Gaucho, otros iban a la Iglesia Evangélica, otros eran monaguillos en la Iglesia Católica. Todos los habitantes del barrio tenían de alguna manera relación con algún espacio religioso. Sebas, que es historiador y viene más de las Ciencias Sociales, descubrió que ahí estaba el triángulo de lo que podíamos contar.
Victoria explica que, además de Marcos, el documental cuenta con otros dos protagonistas. Por un lado, un pastor evangélico de una de las iglesias más grandes que se llama Dios es mi fuerza -la cual además cuenta con una universidad, un periódico y una radio, entre otros-. Él también estuvo muy metido en política. Y por otro lado, el cura de la Parroquia Santa Rosa de Lima de Villa Rosa -la iglesia de la Diócesis Zárate-Campana-, el Padre “José” Pepín Estrada.
- ¿Cómo fue el proceso de filmación?
Fue muy loco porque el recorrido de investigación empezó en 2015 y fueron muchos años de ir, de poner la cámara y de aprendizaje. Las primera veces filmamos horas y horas y horas, de hecho hay muchísimo material y ahí el montajista, Leonardo Cauteruccio, es clave: yo armé un primer corte de la película pero la magia la hizo él. También hubo que insistir, conseguir las entrevistas, volver a las iglesias, hacer mucho registro. El documental tiene muchos momentos observacionales de horas y horas -los cultos empezaban, por ejemplo, a las 8 y terminaban a las 2 de la tarde y estábamos todo ese tiempo ahí-. Eso es un poco el documental: el resultado de horas y horas de estar en esos espacios observando, tratando de ser objetivos -si bien obviamente hay un recorte y una mirada-, pero con el fin de mostrar qué pasa en esos mundos para aquellos que no pueden entrar.
Ferrari además dice que la experiencia de filmar fue diferente con los distintos protagonistas. Con Marcos “fue ir, grabar y poner la cámara para que se acostumbre un poco, con él fue con el que más vínculo generamos”. Con respecto a los otros dos, todo resultó más complicado. “Nos costó mucho más, entrar a la iglesia evangélica fue difícil. Hubo mucho insistir e insistir; las primeras veces nos decían que no, en parte porque nosotros veníamos de formación católica y entonces no entendían qué queríamos. Cuando empezamos a contarles un poco cuál era el objetivo -mostrar qué pasaba y sacar un poco los prejuicios-, todo se dio mejor”, afirma Ferrari.
Con respecto a esta idea que motiva la película, la directora sanfernandina cuenta: “Justo ayer me invitaron unas feministas protestantes a pasar la película en iglesias evangélicas, lo cual me encanta porque nuestra idea es romper prejuicios”.
Filmar en Zona Norte
El pueblo de Dios transcurre en Villa Rosa, en el partido de Pilar. La anterior película de Victoria Ferrari, Ser Luthier, es casi toda en Zona Norte y precisamente surge a partir de un luthier de San Fernando. Remar, el próximo proyecto audiovisual de Victoria que se estrenará en 2023 y documenta historias sobre el mundo del remo, se sitúa en Tigre. Indudablemente el lugar de origen de la autora atraviesa su producción.
“Lo regional está y yo creo que es clave porque filmamos lo que tenemos cerca”, comenta al respecto. Y continúa: “Una amiga la otra vez me decía: ‘Vos te hacés preguntas y hacés películas’. Me gustó eso porque son cosas que te interesan y terminás haciendo una película para resolverlo. Preguntarse, ver qué se comunica desde ahí y entonces hacer una película, a mí me sale así”.
Sobre el financiamiento y el Cine Gaumont
En un momento tan crítico para el cine nacional y su financiamiento, Victoria asegura: “Fue todo muy ecléctico. Yo doy clases de audiovisual y siempre les digo a los chicos que una película no se hace con un fondo, tenés que buscar mil fondos y vas haciendo de a partecitas”.
Y precisa concretamente acerca del financiamiento de El pueblo de Dios: “Nosotros contamos con el Fondo Nacional, con una beca que nos sirvió para investigar -con esa fuimos a Corrientes, filmamos ese corto del Gaucho- generamos un montón de material pero más de investigación, fue como la previa. Después hicimos un ideame -página para recaudar fondos- que nos sirvió para pagar la posproducción de sonido. También tuvimos un subsidio del INCAA para la posproducción. Y después nuestro bolsillo. Con el documental por ahí lo que hacés es recuperar la plata, pero nunca ganás. Hacés películas porque te gusta hacer cine documental, pero es muy difícil ganar”.
- Ya estrenaste una vez una película en el Cine Gaumont. ¿Cómo es volver a vivir esa sensación?
Es hermoso. Yo estudié cine en la FADU y mis recuerdos son ir al Gaumont a ver películas. Y sostengo que el cine se tiene que ver en el cine. Yo tengo estudiantes que ven películas en el tren y está buenísimo, pero el cine se pensó para el cine. Ahora hay toda una lucha con las plataformas, pero yo creo que cuando vos diseñás la película la pensás para ver en pantalla grande, desde la imagen, desde el sonido y desde el espectáculo compartido. Para mí el cine es eso: el espectador termina de completar la película y es ahí cuando vos decís “a ver qué pasó”. El espectador que sale de ese lugar en oscuridad, compartiendo, respirando, comentando. Eso para mí es la clave, y estrenar en el cine es un orgullo; más en el cine Gaumont. Me da pena que sea solo una semana porque por lo general los documentales no duran más en cartelera, pero igual esperamos después hacer un recorrido por muchas salas INCAA del país y eso también le da una fuerza.
¿Por qué ir a verla?
- Y entonces, ¿qué le dirías a alguien que está pensando en ir a ver la película?
Yo creo que El pueblo de Dios va a permitir sumergirte a universos religiosos que quizás no están al alcance. La película a través de las imágenes, del sonido hermoso que hizo Leonardo y del montaje que te lleva también por esos universos de una manera muy dinámica te permite eso: sumergirte en tres universos religiosos muy diferentes, muy diversos, pero que a la vez son parte de la sociedad en la que vivimos y son clave para gran parte de ella. Con Sebastián creemos que son espacios necesarios y de alguna manera -citando a Marcos Carbonelli- son “ruedas de auxilio” en una sociedad donde hay cosas que claramente no funcionan. Y un poco creo que la película viene a romper los prejuicios sobre el universo religioso que tiene la clase media. Nosotros siempre decimos que en la película somos la clase media hablando sobre clases populares, porque nosotros no vivimos en Villa Rosa, pero nos preguntamos “¿por qué está todo este prejuicio sobre lo religioso?” y también “¿por qué se necesita de todos esos espacios religiosos?”. La película me parece que viene a romper prejuicios, o por lo menos eso intentamos.
Ficha técnica de El pueblo de Dios
Idea y Realización: Victoria Ferrari – Sebastián Rodriguez Franco
Producción: Victoria Ferrari
Fotografía y Cámara: Victoria Ferrari
Sonido Directo: Sebastían Rodriguez Franco
Montaje: Leonardo Cauteruccio
Postproducción de Sonido: Leonardo Cauteruccio
Animación y Gráfica: Josefina Rossi- Cecilia Albarracín
Postproducción de Color: Javier Hick