El Club Náutico Victoria y sus 103 años de historia

Con 103 años de historia, el Club Náutico Victoria se erige como uno de los grandes valores de San Fernando. Un espacio que nació de la mano de los socios y que hoy cuenta con casi 500 socios.

San Fernando es sinónimo de deportes náuticos y competición, pero en un lugar de la ribera del Río Luján los socios tienen un lugar preponderante y fundamental por sobre la alta competencia en las olas. El Club Náutico Victoria, con 103 años de historia, es uno de los grandes estandartes del distrito.

“Nuestro club tiene bastante vida social. Es el rango más distintivo que tiene y el que perdura en el tiempo”, cuenta Rubén Caro, actual presidente de la institución. El club nació de las manos de sus socios, que desinteresadamente ayudaron con su construcción en 1911, tanto con la mano de obra como con la donación de maderas y ladrillos. En ese entonces se ubicó en Simón de Iriondo y 3 de Febrero.

Como la vida social es preponderante, en la actualidad también hay parrillas, piletas y quinchos donde los 450 asociados pasan el tiempo a través de rondas de mates y bizcochitos. En este sentido, el club invita a festejar y compartir el Día de la Independencia el próximo 9 de julio. A su vez, desde hace quince años se organiza una vez al año una travesía hacia Punta del Este y se desarrollan torneos internos de regatas. “El socio tiene el lugar que quiere tener. Incluso las reuniones en comisión directiva son a puertas abiertas, donde todos pueden venir”, informa el presidente de la institución.

Lo cierto es que, a pesar de su historia centenaria, el club se llamó “Club Social y Fomento Victoria” por más de medio siglo. Hasta que en 2002 una asamblea extraordinaria decidió que el nombre sea Club Náutico Victoria, que representa en esencia al establecimiento.

La piedra fundamental se colocó en la cancha de pelota paleta –obra excepcional de sus primeros años–. A su vez se levantaron las paredes y el piso de baldosas. Con la realización de algunos festivales por parte de los vecinos y los socios, esto hizo que las obras resultaran menos costosas. Además, el Banco de la Nación le otorgó al club un préstamo de $10.000 para continuar la edificación.

“Si bien hay formadores de jugadores, nosotros no tenemos ningún incentivo hacia la alta competencia porque nunca fue nuestro perfil. Siempre nos basamos en la recreación”, agrega Rubén. Es así que también se dictan cursos de Optimist, Timonel de yate y vela mayor, tanto para adultos como para chicos. Si bien el club ya era conocido por sus actividades náuticas, la institución terminó de constituir su identidad recién en 2002, cuando después de muchos años con varios nombres decidió llamarse Club Náutico Victoria tras una asamblea extraordinaria. En esa época, la ribera del Río Luján era un gran descampado y las instalaciones no se encontraban en óptimas condiciones. El gobierno de la provincia de Buenos Aires le otorgó la concesión de la ribera y de esta forma abrió el primer canal, denominado “Libertador General San Martín”, emplazado donde hoy funciona la dársena central.

En la actualidad, el club cuenta con más de 200 embarcaciones y espacios verdes para la recreación. Un lugar en donde la importancia del socio crece con el ritmo de la marea.

Fuente: Alejandro Caminos para El Argentino