INFORMACIÓN GENERAL
La Escuela 25 de Caracoles cumplió sus primeros 103 años con una emotiva celebración
Por Sabrina García
La Escuela 25 del arroyo Caracoles celebró sus primeros 103 años tras comenzar el ciclo lectivo con una lucha para que el gobierno de la provincia de Buenos Aires no cierre la institución.
Amelia Torrilla, directora de la Escuela 25 de arroyo Caracoles asumió en el cargo a mediados del año pasado. Si bien cuenta con una larga trayectoria docente en la isla todavía no conocía por completo a su nueva comunidad cuando en febrero de este año le llegó la noticia de que se quedaría sin escuela a partir de una decisión del gobierno bonaerense de cerrar ocho establecimientos educativos del Delta sanfernandino, entre ellos, las de su arroyo.
La comunidad se resistió al cierre y realizó una serie de acciones para impedir que el gobierno llevara a cabo la decisión. Padres, docentes, alumnos, organizaciones sociales, vecinos, legisladores y hasta los intendentes de Tigre y San Fernando fueron parte de esa lucha que duró un mes. Ante ello, el ejecutivo bonaerense frenó la medida del cierre en seis de las ocho escuelas quedando por fuera la Escuela 25 y el Jirimm 1 de arroyo Caracoles, argumentando que el arroyo estaba tapado.
Es verdad que el arroyo estaba tapado. En varias oportunidades desde San Fernando Nuestro informamos sobre el compromiso de su comunidad que terminaba brindando clases en la lancha de pasajeros porque no podían llegar a la escuela si el río estaba muy bajo. Si docentes, alumnos, auxiliares hacían lo imposible para no perder días de clase, sorprendía que en lugar de dragar la respuesta provincial fuera cerrar la escuela. Por eso la lucha siguió y Caracoles se convirtió en un emblema de lucha ya que no sólo logró que no cerraran las escuelas, sino que además obligó al Estado a terminar con las obras de dragado.
El contexto del aniversario 103 de la escuela es necesario conocerlo para entender por qué los festejos se realizaron con tanta emoción. El cuerpo docente organizó junto a su comunidad una celebración mayor. Cuando hace tres años la escuela cumplió los 100 años no hubo festejo significativo y por eso que la fiesta centenario se llevó a cabo este año. “Hay fotos en la escuela de los 25, los 50 y los 75 años pero nos faltaban los recuerdos del centenario”, explicó Torrilla.
De la fiesta no faltó casi nadie: ex alumnos que navegaron durante dos horas para participar de la fiesta; los abanderados de las otras seis instituciones que formaron pare de la lucha para que no los cierren; todas las ex directoras e incluso el hijo del primer director que tuvo la institución; representantes gremiales; los concejales Nacho Alvarez, Carlos Bergandi y Ana Hansen; el presidente del Concejo Deliberante, Santiago Aparicio; el diputado bonaerense, Walter Abarca; y toda la comunidad educativa de Caracoles.
“Llegó el día. La verdad estamos muy contentos, se realizó todo lo que habíamos pensado y organizado, vino mucha gente casi tres lancha completas. No faltó casi nadie”, expresó Torrilla sobre los festejos y analizó lo que fue el año: “Es como que te dan una nueva oportunidad. Trabajamos en conjunto para demostrar que vale la pena. Valió la pena todo un año de trabajo y es la intención seguir apostando por la escuela pública. La comunidad, las familias de este arroyo, necesitan a esta escuela y que cumpla la función que corresponde. Como docentes tenemos que cuidarla, tenemos que respetarla, y seguir trabajando por los chicos”.
Los ex alumnos fueron los responsables de izar la bandera. Al respecto, la directora comentó: “Cuando hicimos izar la bandera dijimos bueno: “algunos ex alumnos” y de repente estaban todos. Poder verlos que iban caminando lento, llegar hasta el mástil, poder izar de una manera lenta y con tanto respeto quiere decir que no solamente ahora se trata de que estos aspectos sean respetados, sea respetada la bandera como corresponde, sino que antes también”.
El presidente de la cooperadora, David Ricciardo, expresó: “Estoy muy emocionado. Ahora uno se da cuenta de todo lo que pasó en la escuela. Yo vengo acá desde que tengo siete años y son 30 que tengo en la escuela: como alumno, ex alumno, ahora como miembro de la cooperadora. Y mucha gente que vino fue parte de toda esa historia. Y eso la da un plus a la carga emotiva que tiene todo ésto. Creo que en algún momento nos planteamos eso, o sea la lucha era para que la escuela siguiera abierta por los pibes, por la comunidad y por todo, pero también en algún momento pensamos, entre otras cosas, que nos quedamos sin ésto, sin festejar los merecidos 100 años de la escuela”.
Para Ricciardo la Escuela “es todo. Es el único lugar donde vas a interactuar con un vecino, con alguien que fue tu amigo de la infancia. Hoy estoy viendo a gente que no veía desde que terminamos la escuela. Los vecinos nos vemos en la escuela cuando venimos a hacer una jornada de trabajo, o cuando hacemos algo como hoy”.
En cuanto a el inicio escolar y la lucha para que Caracoles no se cierre, el padre resumió que “sirvió porque no nos hizo sacudir la tranquilidad que ya que teníamos. Esa tranquilidad conlleva que alguien haya pensado empecemos a recortar por ahí porque esta gente no va a salir a luchar. Si me hubieses preguntado un año antes capaz que yo también hubiese pensado que no iba a ser tan grande la lucha. También tuvimos mucha ayuda, toda la gente se puso a disposición nuestra y nos acompañó en la lucha. Pero nosotros mismos creo que no sabíamos lo que éramos capaces de hacer. A mí me enseñó. Hoy se que se puede lograr y estoy dispuesto a luchar por cualquier derecho: mío, de mis hijos, de la comunidad”.
Finalmente, Theo, abanderado de la institución y a punto de egresar de la misma, sostuvo que la escuela es como si fuera su casa. “Estoy todo el tiempo acá. A mí me gusta estar acá, tengo mis amigos, conozco a todos, está Griselda, está Gladys, están todos”. Y les dejó un mensaje a sus compañeros, docentes y auxiliares: “Los quiero mucho”.
