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La obra social OSPEDYC le volvió a suspender la operación: “Mi hija merece una mejor calidad de vida”

Por Valentina Frare
Lucía Chariz Juárez es una niña con síndrome de Down y que padece una cardiopatía congénita. Su madre, María, reclama a su obra social OSPEDYC, la urgente cirugía que necesita su hija para poder continuar con su vida normalmente y evitar una futura hernia.
La operación estaba programada para el martes 19 de enero pero la familia de Lucía se enteró, mediante el personal médico, que la obra social no la había autorizado. Al respecto, OSPEDYC no brinda respuestas claras sobre el por qué de la demora y volver a ubicar a Lucía en una lista de espera. Según María una de las veces que reclamó le dijeron que “la operación supera el presupuesto previsto” cuando por ley le corresponde la cobertura total.
No es la primera ocasión que la familia tiene este tipo de problemas con la obra social. En enero del año pasado, Lucía debía practicarse otra cirugía de corrección de cardiopatía y la volvieron a poner en una lista de espera de 15 a 20 días. Tres meses estuvieron internadas en distintas salas de terapia intensiva aguardando para que sea operada. “No quiero que vuelva a ocurrir lo mismo”, señala con preocupación María.
El acceso a otros elementos indispensables como pañales, medicación, leche, hasta la autorización a terapias son motivo de sistemáticos reclamos con la obra social y hasta la Superintendencia de Salud. “Sabiendo la cardiopatía y todas las complicaciones que Lucía tiene ellos son muy fríos y reiterativos con el no”.
Lucía fue intervenida quirúrgicamente en dos oportunidades. “Dos cardiopatías fueron corregidas y una a medias porque no se esperaban que estuviera tan abierta. Ella tenía CIA (Comunicación interauricular), CIV (Comunicación interventricular) y Ductus. Ahora estábamos esperando por una corrección dehiscencia external porque tiene su pecho, del lado derecho, levantado. Es el momento para operarla porque si pasa más tiempo queda como aire, porque está mal soldado y se puede generar una hernia”, explicó María.
La cirugía además le permitirá a Lucía comenzar una estimulación temprana porque “no puede trotar, al moverse se sobresale aún más”, comenta María y agrega: “Mi hija merece tener una mejor calidad de vida”.
Ayer era el día de la operación pero, sin embargo, desde la obra social no dan respuesta: “Les dí plazo hasta hoy sino haré un reclamo a la superintendencia, donde ya radique una denuncia”. “Lucía tiene un certificado de discapacidad que especifica que le corresponde la cobertura completa de todo”, refuerza María.
“Las madres siempre somos las que salimos adelante, las que ponemos la cara y las que estamos al pie de cañón, tengo una obra social, a Lucía no le debería faltar nada. Tengo bronca y dolor”, finalizó María.