NUESTROS ESCRITORES
Una (Alejandra Murcho)

Detrás de la ventana…espera.
Mientras dormita su cuerpo agotado cumple el mandato, velar por ella. Para la otra, cada domingo le deja una flor sobre su almohada, nadie veló por su almita.
Aquel día oyeron sus gritos, en la esquina misma, en esa donde, dormíamos las dos. Dulce piedad de los sueños, su llamar no pudo despertarnos.
Moldea mi cuerpo la silla que estrujó mis miedos con ojos de espera, parece una esfinge, que pronto me hablará.
Sus patas son mis piernas y su mimbre mis huesos, su comodidad es la mal consejera, que tragó mi esclavitud dejándome sin libertad. Mi piel se pega y quedó en ella, siento el perfume de mi jardín y desconozco otros, el río se mueve en masa y salpica el murallón, los ojos se miran y las bocas se ríen, se tocan las manos al entregar dinero, sus cuerpos descansan en otras sillas, corren al tren y transportan sus sueños, llegan a una esquina y ven una plaza y en un día de lluvia mojan sus ropas y ampollan sus pies en siestas de verano, todo desconozco. No tuve edad para conocer el mundo, él nace cada vez que la puerta se abre.
Abro la ventana para escuchar su llegada y no llega. Corro a la cocina para mantener tibia el agua que va a calentar su cuerpo. La silla me llama para que no me separe de la ventana, que la acercará.
Vigilo sus pasos, también su hambre, sus éxitos, compromisos y que no me olvide sus medicinas, que fuerzas le darán.
Deshechos serían mis días si ella frena los suyos. Desvelos tienen mis sueños cuando sus sueños no quieren despertar.
Dicen que soy tonta, que no vivo los días, que engaño a mis sentires.
Y espero los goces, cuando se abre la puerta. Al asomarse comienzo a palpitar, mi alma genera y siento su entrega y cuando entra, mi cuello empieza a colgarse los trofeos del día. El viento que la trae no tiene reclamos, ni quejas ni desamor, nos sentimos vivas.
Y el frío que pegado trae en sus espaldas; lo dejamos detrás y el mundo empieza a ordenarse.
Le retiro su abrigo, me lo agradece y mientras me conversa de allá afuera le abrigo sus pies y su boca exhala un grito de placer, acomodo su sillón de plumas y se pierde en él, le acerco a su boca un tibio café y el mundo empieza a girar y las dos en un mismo sueño, siempre alguien nos está esperando.
Si un viento caprichoso nos separa, dejaríamos de ser lo que somos, una persona.
Sobre el autor
Alejandra Mercedes Murcho. Nació en San Fernando el 7 de Noviembre de 1944. Es descendiente directa del célebre poeta, Don Leopoldo Murcho (El soñador).
Cursó estudios primarios y secundarios en colegios sanfernandinos.
Vivió en EE.UU., viajera incansable, recorrió y recorre Europa, y en varios de estos viajes se inspira en las imágenes y sensaciones que pudo vivenciar para finalmente volcarlas en sus libros.
Su primer gran despertar con las letras fue el encontrar cartas de amor de sus padres. Escribe así su primer libro Cartas llegadas a tiempo, a partir de allí se inspira y dedica páginas a su imaginación, a sus seres queridos y sus lugares de siempre.
Participa de la Feria Internacional del Libro desde el año 2000.
Junto al escritor Hugo Boulocq creó el Círculo de Escritores de San Fernando. Es fundadora del Café de las Artes del Ateneo Cultural “Esteban Echeverría”, Café Escritores y el grupo Embajadores Culturales de San Fernando. Actualmente es la Presidente de la Biblioteca Popular J. N. Madero.
Miembro de la Sociedad Argentina de Escritores – Seccional Delta Bonaerense. Ha ganado numerosos premios entre los que se destacan el Premio Honorífico Orden del Junglar, de la SADE Delta Bonaerense, del cual es socia; la medalla de honor Mujeres Innovadoras (2003) que otorga la Provincia de Buenos Aires; y el galardón Celebridad Sanfernandina otorgado por la Dirección de Cultura y Educación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Ha publicado 17 libros. Dos de los cuales fueron presentados en el Palacio del Congreso Nacional en los años 2003 y 2009: Vientos y cenizas y Todas las artes todas. Los libros Un siglo de literatura sanfernandina y Textos escogidos de la literatura sanfernandina, fueron presentados en el Palacio Sans Souci (2009).
Sus libros Alas del viento y Cartas y ecos, se encuentran para su lectura en el Instituto de Lengua Española en la Biblioteca Cervantina de Estambul (Turquía).